No solo podemos encontrarlos en televisón o en cine (los más explotados) sino que cada vez más, se están introduciendo en el ámbito de los videojuegos o incluso dentro de los libros.
En algunas ocasiones, el receptor o público puede no ser consciente de estar recibiendo este tipo de publicidad, pero en la mayoría de las ocasiones sí es totalmente consciente de ello. Esto es debido a que el fin de este tipo de difusión es que se vea claramente en pantalla, o que se haga énfasis de un producto determinado en una página de un libro, incluso libros que giran en torno a una marca o algún objeto perteneciente a ella.
En algunas ocasiones, el receptor o público puede no ser consciente de estar recibiendo este tipo de publicidad, pero en la mayoría de las ocasiones sí es totalmente consciente de ello. Esto es debido a que el fin de este tipo de difusión es que se vea claramente en pantalla, o que se haga énfasis de un producto determinado en una página de un libro, incluso libros que giran en torno a una marca o algún objeto perteneciente a ella.
Otro caso es el tema de los niños, como es natural cuanto más pequeños menos cuenta se dan de que realmente están siendo manipulados. Si un niño aparece en una película o en una de sus series favoritas con una determinada consola o modelo de zapatos por ejemplo, ellos van a querer exactamente lo mismo, no uno parecido sino ese.
La búsqueda de los productos perfectos puede reflejarse con el emplazamiento del mismo en una película por ejemplo. Así, habrá personas que se decidan comprar un coche que aparezca conducido por Brad Pitt, o un móvil que sea utilizado por Julia Roberts. En ocasiones el público le dará más valor a ciertas marcas única y exclusivamente porque son utilizadas por actores o porque se les ha dado una buena publicidad. Puede ser cierto que sean de buena calidad, pero también es cierto que harán un agujero más grande en nuestros bolsillos porque, al fin y al cabo, la publicidad la acaba pagando el consumidor.
Los beneficios para la industria audiovisual son obvios, a modo de simbiosis, el dueño de un producto encuentra la manera perfecta de anunciarlo y la propia película contará con un apoyo económico extra.
Los beneficios para la industria audiovisual son obvios, a modo de simbiosis, el dueño de un producto encuentra la manera perfecta de anunciarlo y la propia película contará con un apoyo económico extra.
En cuanto a los aspectos negativos, uno de ellos puede ser la alta influencia de este tipo de "nueva publicidad" que pueden ejerer sobre el público más vulnerable como por ejemplo los menores. Otro aspecto puede ser la competencia, sólo podrán anunciarse aquellos que más recursos económicos puedan aportar lo cual puede llegar a discriminar a otras marcas. Para el consumidor, tal y como he explicado antes, el efecto negativo puede estar en el importe que se debe de pagar por un producto de una determinada "categoría" por el simple hecho de haber aparecido en una película, serie o libro.
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